Día tras día, durante decenas de años, en estas coordenadas se escribieron historias que no tienen testigos. Desde antes del amanecer y hasta que el sol se iba a iluminar a otro lado, los pasos de cientos de miles de extraños se entrelazaron unos con otros, sin dejar huellas, sin dejar evidencia de tristeza ni alegría.

Pero la tierra guarda en su memoria a todo aquél que pasa por encima o por debajo; es ella quien recuerda cuántas lágrimas y gotas de sudor le han caído; es ella la que sostiene las piernas cansadas de quien incluso ahora busca su destino y se halla en medio de la nada. Todos los granos de arena se unen para no dejar caer a los condenados que se pasean y se lamentan, rendidos de encontrar vacíos.

Algún día este punto de la geografía fue escenario de la victoria cotidiana de sobrevivir; queda el rastro de las construcciones que los humanos levantaron para evidenciar su estancia, su dominio, pero ya no hay quien monte ofrendas para reconocer la vida que llenó este sitio, su gente, su cielo, su arropo.

Nada queda de lo que ayer fue.

Pocos caminos conducen a la historia de este lugar, no existe ya manera de saber quién respiró este aire antes que nosotros, no hay luz que nos lleve al centro de lo que alguna vez vivió; solamente queda imaginar los colores del cielo mientras miraba hacia el suelo y entre ambos flotaba el barullo del mar de personas que imprimieron aquí su vida, imágenes que anhelaron guardar en papel sepia, en silencio y sin tiempo, lejos del fuego.

Mires a donde mires todo permanecerá callado; verás elevarse una columna por aquí y otra por allá, pero sólo escucharás el viento que pasa sin querer rozar tu cuerpo; no podrás descubrir nada más y parecerá que las rocas están vacías, pero son ellas quienes observaron todo, quienes supieron y saben todo, quienes callarán todo.

Entonces entenderás que la historia que se rumora no es ni la milésima parte de la vida que sucedió en un parpadeo; lo que han visto siglos de amaneceres será un misterio que, con suerte, será alimentado por conjeturas que la gente hace cuando mira de frente lo que no conoce y no entiende. Y si la fortuna es tu guía, un día encontrarás un par de fotografías que harán volar tu mente hacia tiempos que existieron y no dejaron más huella que esta ciudad en ruinas.

Fantasmas

Ambar Lucid

Garden of Lucid (2020)

Sobre el autor /

Mujer, pachuqueña, escritora y correctora de estilo. Dibujo feo pero quiero bonito.

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