Cuenta la leyenda, que en 1965, el grupo integrado por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr tenía una fecha firmada en nuestro país, algo que hubiera sido un evento sin precedentes, pues The Beatles se encontraba en uno de los puntos más importantes de su carrera.
La supuesta visita estaba programada para el 28 de agosto de ese año, con un show en el desaparecido Estadio Azul; aunque otros dicen que la presentación sería en el extinto Toreo de Cuatro Caminos. Sin embargo, de último momento, fueron censurados y su presentación se canceló.
El encargado de impedir la llegada de The Beatles a México fue El Regente de Hierro, un político de nombre Ernesto Uruchurtu, militante del Partido Revolucionario Institucional (PRI), quien calificó a la banda de Liverpool como «un mal ejemplo para la juventud», además de señalar que el país no estaba listo para un evento de ese tipo.
The Tepetatles
Lo anterior pudo o no ser una realidad para la historia musical de México, pero lo que sí sucedió fue la aparición de un grupo que trastocó el concepto de rock mexicano, mientras muchos otros grupos cantaban a las malteadas de fresa, los chicles y las novias colegialas.
Ernesto Alonso, quien fuera un artista mexicano multidisciplinario, en esos años era dueño del club nocturno El Quid, e invitó a Alfonso Arau a realizar un espectáculo novedoso y moderno para su club.
El ahora reconocido director de cine aceptó la propuesta sin pensarlo dos veces y se dedicó a reclutar a los elementos que darían vida a este nuevo acto. Marco Polo Tena de los Rebeldes del Rock en el bajo, Julián Bert en el teclado, Marcos Lizama en la guitarra, José Luis Martínez en la batería y Carlos Monsiváis sería el encargado de la composición de las letras; además, los pintores José Luis Cuevas y Vicente Rojo serían los encargados del diseño de la banda que llamaron Los Tepetatles, una sátira a The Beatles.
Estos músicos no solo tocaban, también dieron vida a personajes poco comunes: un jazzista con nudo de corbata en la batería, un músico clásico extraviado en los teclados rocanroleros, un dandy al más puro estilo británico en el bajo, un maya que usaba paliacate y manta a la guitarra, y un vocalista impertinente que gritaba y aullaba a la vez que tocaba una guitarra de doble mástil, donde se asomaba una tercera mano de utilería.
Así nacieron Los Tepetatles, palabra que surge de la combinación entre Tepetate y The Beatles. La banda mezcló rock and roll con a-go-go, surf, jazz y sonidos étnicos, resultando en un acto muy bailable e interesante. El discurso estaba elaborado con un particular sentido del humor, que tocaba temas variados con referencias a la ciudad, la manera en que los capitalinos se expresaban y aspectos de la mexicanidad en general.
“Triunfo y aplastamiento del mundo moderno con gran riesgo de Arau y mucho ruido”, fue el espectáculo que se presentó en noviembre de 1965, en el que se pudo ver a Arau y a su grupo, con pelucas para mujer y ropa de color chillante, cantando los extraños y muy ácidos versos de Monsiváis. Esto ya era mucho, pero no todo, pues además Arau se metía con el público, llamándoles momias y chuleando a sus acompañantes femeninas.
Era una guerra de lo nuevo contra lo viejo, la modernidad de ese momento contra las viejas malas costumbres fuertemente arraigadas; el humor como terrorismo. Por supuesto, Ernesto Alonso estaba aterrado, esperaba todo, menos eso.
Que ante nuestro grito, los Beatles parezcan monjas encerradas que en silencio rezan.
Bisabuelos de Café Tacvba, abuelos de Botellita de Jerez, y padres de Los Xochimilcas; Los Tepetatles solamente grabaron un álbum titulado Triunfo y aplastamiento del mundo moderno con gran riesgo de Arau y mucho ruido – Arau A go-go. El disco hoy es considerado de culto en la historia del rock mexicano y se estima en un costo de poco más de 10,000 pesos, debido a su reducido tiraje y que es muy codiciado por los coleccionistas.
El disco incluye doce temas que juegan con la imaginación de quien lo escucha, pues cada canción está enfocada en los personajes que integraban la banda.
The Tepetatles es la canción que abre el show y funciona como presentación para la banda. La letra juega con la jerga típica de la época. “Que ante nuestro grito, los Beatles parezcan monjas encerradas que en silencio rezan”, dice Alfonso Arau dejando claro que los Tepetatles no se andaban con rodeos.
Tlalocman es quizá su rola más conocida, gracias a la versión de Botellita de Jerez. Esta fue una herencia de padre a hijo: Alfonso Arau de Los Tepetatles a Sergio Arau de Botellita de Jerez.
Los Tepetatles es y debe ser considerada una banda de culto en el rock nacional. Fueron originales y autónomos, buscaron una identidad nacional, pero también muy contracultural, llena de humor, rock guapachoso y muy fuera de los estándares de la época.