De Madchester a Britpop: el viaje del sonido británico
Antes de que los Gallagher se tiraran las guitarras entre sí y Blur comenzara su cruzada de ironía en los 90, el epicentro de la música británica era Manchester, donde una revolución musical estaba en marcha. Así nació Madchester en los 80, una escena que fusionaba el rock alternativo con los ritmos de la música dance, creando un sonido que no solo era imposible de ignorar, sino que prácticamente te obligaba a mover los pies (aunque no supieras bailar).
Madchester: la fiesta antes de la tormenta
Madchester era todo lo que su nombre sugiere: una locura en forma de fiesta interminable que se consolidó alrededor del legendario club Hacienda, el Disneylandia de los ravers. Allí, una combinación de guitarras psicodélicas, ritmos electrónicos, y bastantes sustancias ilegales, hacían explotar las noches. Si alguna vez te preguntaste qué sonido tiene una fiesta épica en los 80, la respuesta está aquí: guitarras reverberantes, bajos interminables y coros que sabían cómo desatar el caos en la pista.
Principales referentes
The Stone Roses
Pioneros del movimiento, estos chicos combinaban el rock alternativo con un estilo visual y sonoro psicodélico que te llevaba a otro mundo.
Happy Mondays
Con Shaun Ryder al frente, Happy Mondays llevaron el concepto de “vivir al límite” a un nivel completamente nuevo, mezclando house, funk y rock con un toque de autodestrucción.
The Charlatans
Aunque empezaron en Madchester, lograron evolucionar su sonido con los años. ¡Sorpresa! A veces la fiesta no termina tan mal.
Inspiral Carpets
Si escuchas su órgano Farfisa, podrías sentir que estás en los 60, pero con un giro rave que hace de ellos un pilar del movimiento.
808 State
Aunque más electrónicos, fueron fundamentales en crear himnos rave que definieron la época.
Himnos de Madchester
«I Wanna Be Adored» – The Stone Roses
Un bajo hipnótico, una letra arrogante y la banda sonora de cualquier fiesta Madchester que se respete.
«Step On» – Happy Mondays
Shaun Ryder y compañía tomaron una canción de John Kongos y la convirtieron en un clásico rave. Cualquier pista de baile lo confirma.
«The Only One I Know» – The Charlatans
Esa combinación de órgano y energía bailable hizo que todo el mundo quisiera estar en Manchester en los 90.
Britpop: la resaca llega con estilo
Después de la locura de Madchester, llegó el Britpop para recordarnos que después de toda fiesta, siempre llega la resaca. Pero no una resaca cualquiera, sino una en la que te pones tu mejor chaqueta Harrington y te ríes de lo absurdo que es todo mientras te tomas un té.
Surgido en los 90, el Britpop fue la respuesta británica al grunge estadounidense. Mientras Kurt Cobain se quejaba en Seattle, en el Reino Unido, unas bandas decidieron que el pesimismo era cosa del pasado y que era hora de cantar sobre la vida cotidiana con riffs pegajosos.
Principales referentes
La primera ola de Britpop vino con melodías irresistibles y un sentido del humor irónico que te hacía sonreír mientras cantabas. Canciones como «Popscene» de Blur y «Supersonic» de Oasis eran descaradamente optimistas, y mostraban que incluso en la peor semana, siempre podías encontrar algo de qué reírte (o, al menos, sobre lo que quejarte).
Oasis
Liam y Noel Gallagher traían arrogancia y talento a partes iguales. Estos chicos de Manchester dominaron estadios y también encabezaron titulares por su rivalidad fraternal.
Blur
Damon Albarn y Graham Coxon decidieron que la intelectualidad también podía sonar cool.
Pulp
Jarvis Cocker y su habilidad para contar historias sobre la clase trabajadora con un toque de dramatismo.
Suede
Brett Anderson y Bernard Butler trajeron el glamour de David Bowie y Roxy Music al Britpop, añadiendo drama urbano y amor decadente.
Elastica
Justine Frischmann lideró esta banda que mezclaba punk y pop con una actitud descarada.
Supergrass
Estos jóvenes de Oxford representaban la juventud con sus canciones rápidas y ligeras.
Himnos de Britpop
«Wonderwall» – Oasis
Es imposible escapar de esta canción, ya sea en un pub, una boda o una fiesta. Noel Gallagher la escribió en 10 minutos, pero se convirtió en el himno de una generación.
«Parklife» – Blur
Una sátira de la vida suburbana, acompañada de un ritmo tan pegajoso que te hace querer pasear por el parque solo para sentirte en el video musical.
«Common People» – Pulp
Crítica a la apropiación cultural de clase alta, pero también una canción de fiesta irresistible.