Música y performance de Edna Nao en Kaldi Café Victoria, ¡¿Qué sucede en Chihuahua?!

Los conciertos en teatros, funciones acústicas, showcase y recitales íntimos en venues, siempre se ruegan y se agradecen para así poder llegar al destino: conocer la entonación del alma de los artistas.

Días previos a esta presentación y, bajo el compromiso de escribir esta nota, tenía que reunirme con el norte. Subí al camión para sentirlo, viviendo por algunas fechas en pequeños pueblos y localidades de Chihuahua. Comprendí la importancia de su gastronomía, su nobleza, arduo trabajo, historia, dedicación, fonética, orgullo endémico de su tierra sabor a sol.

Llegó el momento, el proceso lo había cumplido. La cita sería en la iconografía de la industria cafetalera chihuahuense, Kaldi Café Victoria. Cafetería que festeja con música su décimo aniversario para esta sucursal. Por acá, el café, es un elemento que se relaciona con el todo; con los presentes expectantes, el calor que te recibe, las máquinas que se trabajan con naturaleza, el olor de una oportunidad para olvidarte del tedio, la monotonía, la fiebre más alta. La taza aquí sabe diferente, te conduce hasta el fondo como hechicería.

Luego aparece ella, Edna Nao, la cantante, la compositora; la nacida en el municipio de Cuauhtémoc, Chih. Ciudad situada en la zona central del estado, es en esta región donde se abre la ventana a la majestuosa Sierra Tarahumara. Cargando en su trayectoria con la grabación de los EP La Lucha y Un Sueño Ralámuli, y de los tres sencillos “Papi”, “Dímelo bonito” y “Que arda el rancho”, la hora de su obra ha llegado.

Gateando hasta el escenario apareció. El performance de su existencia había comenzado. Narró cronológicamente su vida; desde su infancia, sus posibles convicciones que, durante su evolución como mujer rechazaría, y en otras tantas aceptaría a duelo de vientre. La artista se sustrajo por momentos, la abstracción sería una condicionante durante la presentación; histriónica como la luna, imprevisible como la madrugada que no defrauda; y consolando a los demás para sanarse también en compañía.

La línea musical sería un despeñadero sin límite de profundidad: neo soul, r&b, pop, folclore, jazz. Edna Nao tiende la trampa sin salida. Los asistentes, ante esta sensibilidad receptora, pareciesen dejarse mecer con un canto de cuna, con el vals de sus ojos; con sus trenzas que abren, arrastran y cierran historias, testimonios, experiencias y homenajes. Los teclados servirían como pararrayos, disipando y expandiendo la energía de un ser humano que aprendió el método de la sanación escénicamente.

 

Edna, regálanos una breve entrevista para los melómanos del país.

Al ver, que tu propuesta escénica va más allá de la arquitectura musical convencional, sino que combinas el performance con un notorio viaje invisible interno al sustentarte de posibles símbolos y elementos de la etnia tarahumara, ¿Cómo te quedas internamente después de cada presentación?   

 Edna Nao: Depende mucho del tipo de ritual que tenga. Cuando es el Sueño Ralámuli, que es el show más ritual, más que performance, siempre los músicos terminamos muy eufóricos y con muchísima energía; el sólo hecho de ritualizar un show desde los ensayos hasta el final, hace que la música tenga mucho más sentido, y en mi nuevo show, el cual, se llama «Adiós niña triste», va más para la parte alternativa; es donde comencé a experimentar con el performance definitivamente. Ha sido muy difícil emocionalmente, las primeras veces por las características del performance; es que nunca sabes qué va a pasar; este se trata de hablar en voz alta con mi subconsciente y mis pensamientos más oscuros, y en el proceso de este, irlos sanando. Entre más lo presento, más voy aprendiendo a llevarlo a sentir un desahogo o un baile con el caos.

Háblanos de tus letras. La obra de un artista generalmente suele ser la de su propio testimonio y experiencia. Vemos que matizas en cada una de ellas, logrando así una diversificación en tu propuesta. 

 Edna Nao: Mis letras siempre hablan de las cosas que nunca queremos decir, últimamente hablan mucho del amor propio y el empoderamiento.

Fuera de la presentación y de la entrevista nos comentaste que este año tendrías varios lanzamientos. Compártenos qué grabaciones escucharemos y/o si tienes un feat.

 Edna Nao: Esté año me emociona demasiado porque será mi año de cosecha. El primer lanzamiento será de un sencillo que se llama “Dímelo Bonito”, el cual grabé en Sonic Ranch; me inspiré en las vibes de California. Estrenaremos videoclip por parte de Viewmasters este 15 de febrero. También lanzaremos un concierto en vivo del Sueño Ralámuli con músicos increíbles de Xalapa, Veracruz; lo estrenaremos en YouTube y, el audio también estará disponible en Spotify. En abril también estrenaremos “La niña triste”, una rola totalmente tumbette, y lo digo porque sin querer este término le queda perfecto al concepto que estoy plasmando, que es mi infancia norteña rota.

 Por último, ¿vienen nuevas fechas?

 Edna Nao: Tenemos próximas en Xalapa, Veracruz, Puebla, CDMX, GDL, Oaxaca, Chiapas, Mérida, entre otros estados. Se viene una gira nacional desde mi autogestión, presentando este performance concierto que muestra mi siguiente disco, el cual, nos ayudará a conectar de una forma muy íntima y directa con el público que abra su corazón a mi propuesta.

 Fotografías Sebastian Kunold

 

¿A cuántos grados estás tú?

 

Israel Gayosso

¡Sin freno ni licencia!

México, 2024.

Sobre el autor /

Escritor y columnista mexicano

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