Nosotros. Yo. Tú.

Presentía que esto no duraría por siempre, que yo tendría que escribir el punto final y esta vez lo haría sin un incendio dentro de mi pecho. Por un tiempo quise pensar que seríamos eternos, inseparables, que avanzaríamos lado a lado; era imposible, estaba dicho desde el día uno, pero evité volver sobre mis palabras, ignoré las decenas de pruebas que estaban regadas por doquier.

Ya veo venir la avalancha que nos sepultará bajo capas y capas de nieve, ya siento ese frío que logrará condensar cientos de kilómetros en apenas unos centímetros. Pronostico la ausencia de guerra y de armas, no habrá reproches y explosiones; no será necesario decir adiós, estará implícito en el silencio, en el desgano.

NOSOTROS

Dejaremos de mirarnos a los ojos, pegaremos espalda con espalda y caminaremos en direcciones opuestas. Creeremos que es posible borrar nuestro capítulo de la historia de cada uno; fingiremos que no nos conocemos; viviremos convencidos de que es posible desterrarnos del hogar que creamos en el punto exacto donde se juntaban nuestras frentes al dormir.

YO

Sabré lidiar con el silencio entre los dos, podré recolectar uno a uno los ladrillos para construir el muro tras el que me aislaré, pretendiendo que jamás nos sucedimos. Pasaré noches enteras intentando recordar el inicio del fin, desearé volver el tiempo para descubrir en qué momento estalló la burbuja de jabón que alguna vez habitamos; querré saber si fue la inercia o el viento, o quizás una mano invisible, la que trazó la trampa hacia un campo de espinas en el que ahora sufrimos al pronunciar nuestros nombres.

A pesar de todo, durante varios meses días no habrá manera en que no te recuerde. Pasará algún tiempo y me descubriré al pendiente de tu nombre en mis sueños, buscaré por las calles la sombra que proyecta tu cuerpo. Pero no te perseguiré a ti, sino al calor que me llenaba de arriba abajo y me alimentaba las ganas de ser.

Renunciaré a plantar semillas en los poemas que escribo, no más mensajes en clave para hablar de lo nuestro; dejaré de llevarme por caminos oscuros, incómodos y falsos, ya no dormiré en sitios hechos de cartón e iluminados con focos amarillos que intentan imitar el calor de lo real pero que no hacen más que atraer a mitómanos y hedonistas como tú.

Querré pensarte de vez en cuando, tal vez le pida al cielo volver a verte, abrazarte, medirte con besos de pies a cabeza; podría querer llamarte a medianoche para que tu respiración me inunde de calma como antes, pero no lo haré porque sabré que será mi sed de amor y no de ti.

Sabré que estás por ahí, viviendo tu vida; querré creer que algún día me recordarás, que mi nombre te llenará la boca en sueños o que mi voz se colará en el cuerpo de alguna extraña que se cruce contigo por la calle, y tal vez un día te preguntes qué salió mal.

Pensaré que al ser fantasmas nos volveremos a encontrar y podremos derribar este y otros muros, que entonces seremos capaces de mirarnos de frente y juntar nuestros ojos ya vacíos de fuego y de hielo, y nos hablaremos tan de cerca que, en paz, volverán a grabarse nuestros nombres en la historia que hoy encuentra su punto final.

Tal vez intentarás de todo para olvidarme. O quizá lo has hecho ya.

 

Wish the love never died

SABRI

Instagram: lbsabri

https://linktr.ee/sabrimusic

Sobre el autor /

Mujer, pachuqueña, escritora y correctora de estilo. Dibujo feo pero quiero bonito.

Deja tu comentario

Your email address will not be published.