El mes del orgullo se ha convertido en una gran fiesta para celebrar la diversidad. Aquí seguimos y disfrutamos de los avances que se han logrado en cuanto a derechos. Sin embargo, este año me ha resultado evidente la necesidad de seguir hablando sobre el tema.

En los últimos años hemos visto una mayor presencia de historias de personajes que no son parte de la heteronormatividad y eso está maravilloso. No obstante, sigo escuchando la misma frase de siempre: «¿Por qué tienen que anunciar al mundo sus preferencias sexuales?» y si bien, en la publicación de Lola Corazones de abril abordé el tema de la representación, es importante que contemos con la forma de verbalizar por qué es necesario.

 

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A muchos no les tocó vivir la experiencia de decir que no eres heterosexual y que te dejaran de hablar a partir de ese momento. Eso es excelente. Pero me he topado con el comentario de que ya no hay por qué seguir haciendo del movimiento algo político. Otros sienten la necesidad de excluir a comunidades que han estado presentes siempre, que piensan que esto sólo es local o que lo apremiante sólo está en el extranjero.

El mes del orgullo es momento de afirmar la presencia de todas las identidades, que tienen la misma validez y necesitan verse protegidas y representadas.

Corriendo el riesgo de decir algo obvio, si tenemos la oportunidad, es importante hablar y apoyar a quienes están más expuestes. Todo lo que digamos con el fin de educar y concientizar al resto de la población puede reflejarse en un medio ambiente menos hostil para todes.

Todos los contingentes importan

Es necesario educar para que podamos reconocer la importancia que tienen los diversos contingentes. Si la comunidad BDSM ha aportado algo importante a la mesa ha sido el lema Safe, Sane, Consensual (Seguro, Cuerdo, Consensual) y el RACK, que es la evaluación de riesgos. En esta práctica se discute de forma previa lo que alguien quiere o no hacer. También aportaron el concepto de límites duros y suaves, que dejan saber si hay cosas que le interesan probar o si no se quiere participar. Decir que por la violencia de la práctica debe de ser obliterada es caer en querer dictar a los demás cómo vivir sus vidas.

En México

Es necesario seguir haciendo del movimiento algo político porque siguen matando gente con base en su identidad, presentación o preferencias sexuales. En el país sigue habiendo un alto nivel de intolerancia. En los últimos tiempos, se han enfocado en la gente trans, sobre todo aquellos que no tienen el privilegio de «pase». Ese privilegio es el que me permite a mí, por ejemplo, no tener que andarle dando explicaciones a la gente de cómo me identifico, automáticamente asumen que como mujer y esto me hace sentir más segura, así que lo dejo pasar.

Ni a la ley, ni a gran parte de la población se les exige respetar la identidad de una persona trans. ¿Por qué es más importante poder decidir cómo se identifica alguién más qué el hecho de hacer que esa persona se sienta desvalorizada o hasta aterrorizada? ¿Qué es lo que pretenden enseñar dando la espalda o maltratando a los demás?

Global

Y sí, es importante continuar haciendo del movimiento algo político, porque todavía hoy, en lugares como Hungría, acaban de aprobar una ley en la que está prohibido ser LGBTQ+. Prestemos atención, es uno de esos momentos en los que es necesario pensar de forma global y actuar de forma local.

Gracias si tomaste el tiempo de leer esto, si estás buscando saber más, te recomiendo a la Tiktoker @milipsicsocial que con su hermosa voz, explica de forma muy clara diversas situaciones de género, identidad y demás temas relacionados.