Hace un par de años, navegando por Youtube, descubrí un video que desde el inicio atrapó mi atención. Entre sombras, Luisa Almaguer explicaba que la canción “Me hizo un barco” la escribió cuando se enamoró de dos hombres a la vez. 

Luego, frente al piano, comenzó a tocar; para mi sorpresa, me encontré con una voz potente y una letra intensa con la que me sentí identificado en aquel momento. 

Días después la seguí en las redes sociales y conocí más sobre su música, pero también sobre su vida como mujer trans y el posicionamiento, muy coherente y atinado, que tiene sobre las identidades, la diversidad, y el papel de la mujer en la industria musical. 

Al mismo tiempo la descubrí en ASCO MEDIA como la “Virgen del sexo”, sección en donde habla abiertamente y con un toque de humor sobre sexualidad, poliamor, cruising, masturbación y más temas interesantes para la banda que navega por las redes sociales. Desde ahí me volví fiel seguidor de su trabajo. 

La recomendación para esta primera entrega de Alternativa es Mataronomatar (2019), un álbum del que se desprenden ocho temas como «Básica», «En el refugio», «Ecosistema», Climax» y «Hacernos así» (una de mis favoritas). 

Este material es oscuro, melancólico e incluso triste; habla de temas como morir, tomar decisiones y resistir en situaciones donde las identidades diversas se ven más vulnerables, como por ejemplo, una simple visita al médico. 

Todo lo que sabía estaba mal
no te gusta que me vaya
dialogar con la violencia
hoy estoy, mañana no sé
morir sin saber que se está vivo
que otros sean lo normal
la muerte oculta en los seminarios y coloquios
pero existe en las calles
esto es un continuo de mujeres sin rostro
el afuera sigue ocurriendo
renuncio a lo que dices que soy
no estoy condenada a ser la misma todos los días
mi cuerpo ya me acompaña.

A diferencia de su primer trabajo, Miljillo (2016), se percibe una producción musical más elaborada, con guitarras y sonidos mucho más intensos, por lo tanto es clara la evolución musical de esta artista trans mexicana que desde hace varios años forma parte de la escena independiente. 

Vale la pena darnos un tiempo y sentarnos a escuchar los temas de Luisa Almaguer (los viejos, los nuevos y los que vendrán); pues nos dejan reflexionando sobre lo que es ser y resistir en un espacio donde la diversidad de cuerpos, orientaciones e identidades siguen siendo señaladas desde el privilegio.

Nos leemos a la próxima.