Animals: Pink Floyd, el Punk y la Sociedad Moderna

Lanzado el 21 de enero de 1977 bajo el sello EMI, Animals, el décimo álbum de estudio de Pink Floyd representa una de las obras más sofisticadas y conceptualmente ambiciosas del cuarteto inglés.

Para poder diseccionar las entrañas el álbum, debemos tener en cuenta que a mediados de los años setenta, Reino Unido era un hervidero de descontento social. El país pasaba por una severa crisis económica y política que arrastraba con una frustración generalizada que permeaba a las clases sociales menos favorecidas, dando prioridad a las clases dominantes. Sin mencionar otros temas de relevancia social, como la violencia racial y el alto nivel de desempleo que azotaba a centenares de trabajadores y sus familias.

Esta creciente desconexión entre las élites políticas y económicas con la clase trabajadora, creó el ecosistema perfecto para el nacimiento de una nueva contracultura dentro de los círculos más jóvenes y rebeldes de Reino Unido. Nacía el Punk, pero esa historia la tocaremos después.

Un grupo de punks alegres en el centro de Coventry, Inglaterra, 31 de marzo de 1984 (Imagen: Coventry Telegraph)

 

La grabación de Animals se llevó a cabo entre abril y diciembre del 76 en los estudios Britannia Row, propiedad de la banda, en Londres. No es un secreto que el álbum está fuertemente inspirado en el libro La Rebelión de la Granja de George Orwell que, luego de leerlo, Roger Waters tuvo la idea de crear un álbum a partir de ese concepto.

George Orwell

George Orwell, autor del libro La Rebelión de la Granja (1945).

 

Durante la grabación de Animals, quedó claro que Waters estaba tomando el control de la banda de una forma casi tiránica, en el proceso creativo y en la dinámica interna de composición del grupo. A medida que Waters se convertía en el principal compositor y letrista, las contribuciones de los otros miembros comenzaron a disminuir de forma significativa.

Este dominio dictatorial generó tensiones dentro de la banda, en particular con Gilmour, quien a menudo también se encargaba de las composiciones musicales, los arreglos y por supuesto, los solos de guitarra; pero su papel como compositor fue mucho más limitado en comparación con álbumes anteriores. De hecho, Animals es el primer álbum de Pink Floyd en el que Richard Wright, no recibe ningún crédito como compositor, lo que señala la creciente centralización del poder creativo en manos de Waters.

Pink Floyd en los estudios Abbey Road durante la grabación del álbum «Wish You Were Here», diciembre de 1975.

 

Las tensiones entre Waters y sus compañeros de banda se intensificaron en los años siguientes por la visión política, social, creativa y musical de Roger, especialmente durante la grabación de The Wall; pero desde Animals eran ya palpables las diferencias.

Waters tenía una visión clara del álbum y estaba decidido a llevarla a cabo; incluso si eso significaba minimizar las contribuciones de los otros miembros.

Roger Waters durante un concierto, década de los 70s

 

Dejando un poco de lado las discordias personales y comportamientos cuestionables de los miembros, este álbum es un viraje temático hacia la crítica política y social, alejándose de la introspección filosófica que plantearon en Dark Side of the Moon (1973) o el melancólico tributo de la banda a su ex-líder, Syd Barrett en Wish You Were Here (1975).

Aquí, Pink Floyd aborda de forma cruda la deshumanización y alienación provocada por el capitalismo, en un contexto cultural que resonaba con la frustración de la clase obrera en el Reino Unido.

Animals usa la metáfora de los animales para retratar diferentes clases sociales y dinámicas de poder en el contexto del capital, destacando cómo las personas son manipuladas y deshumanizadas dentro de este sistema que, nos guste o no, tiende a la explotación y mercantilización de todo objeto, animal o persona.

Trabajador infantil dentro de una fábrica de utensilios de cocina (2006) Foto: G.M.B. Akash

 

La música de Animals es una combinación de la precisión técnica que adquirió el grupo y la atmósfera sombría que caracterizó el período medio de la banda.

Este álbum fue lanzado en lo que se considera la era dorada del rock progresivo, a mediados de los años 70. Animals mantiene las características distintivas de este género: composiciones largas, estructuras no convencionales, cambios de tempo y el uso de técnicas instrumentales sofisticadas e influencias musicales muy marcadas como con las que contaba la guitarra de Gilmour que tiene profundas raíces en el blues.

Dentro de este álbum muestra una clara evolución de esta influencia dentro de su propia creación musical, donde combina su fraseo bluesero con un enfoque más abrasivo y distorsionado, que refleja la ira, el cinismo y la agresividad que impregnan el álbum. Aunque Animals es un álbum más centrado en la guitarra, hay momentos donde la banda crea paisajes sonoros etéreos, donde las secciones de teclado y los sintetizadores de Wright proporcionan texturas que ayudan a construir las tensiones dentro de las canciones. Esta manipulación del sonido es un ejemplo de cómo la banda seguía explorando los límites del sonido, mezclando tecnología con la narrativa musical para crear una experiencia auditiva inmersiva y que, dada su naturaleza obscura, casi raya en lo perturbador.

Richard Rright, segunda mitad de los 70s

 

El lanzamiento de Animals coincidió con el gran estallido del Punk en el Reino Unido, con lanzamientos de grandes clásicos como Never Mind the Bollocks, Here’s the Sex Pistols, de los Sex Pistols o el álbum homónimo de The Clash.

Aunque claramente Pink Floyd y el punk pertenecían a mundos musicales y estéticos muy diferentes, comparten un espíritu de insatisfacción y protesta contra las estructuras de poder. Ambas manifestaciones musicales y culturales eran un reflejo de la situación social y política del Reino Unido. Mientras el punk se expresaba con ira y de manera cruda, satírica y directa, Animals lo hacía desde una perspectiva más intelectual y elaborada; pero ambos compartían una profunda crítica hacia la desigualdad, la opresión y la corrupción política.

The Clash durante una presentación en Sheffield, julio de 1976.

 

El álbum está dividido en cinco pistas: dos breves y tres piezas más extensas que constituyen el núcleo conceptual de la obra. Cada una de estas canciones utiliza una metáfora animal para representar diferentes arquetipos sociales.

«Pigs on the Wing (Part 1)»

La primera y última canción del álbum (Partes 1 y 2) son más íntimas y personales, en contraste con el tono abrasivo de las tres canciones principales.»Pigs on the Wing (Part 1)» puede interpretarse como una canción de amor, donde Waters aborda la necesidad de una conexión humana genuina en un mundo de alienación y corrupción.

La imagen de los «cerdos alados» es una referencia irónica que sugiere que el amor es raro o improbable en una sociedad dominada por la deshumanización. La letra es corta, pero expresa vulnerabilidad y afecto, mostrando que, en medio de la brutalidad del mundo representado en el resto del álbum, aún hay espacio para una relación humana auténtica. Este tema sugiere que el amor puede ser una especie de refugio en un mundo cruel.

Pink Floyd durante un show en vivo de la gira «In The Flesh», Boston 1977.

 

«Dogs»

Es una crítica feroz a la clase empresarial y ejecutiva, aquellos que viven una vida de ambición, traición y competitividad despiadada. Los «perros» representan a los individuos que trabajan dentro del sistema capitalista, subiendo en la escala del éxito mediante la manipulación y la explotación de otros. La letra de «Dogs» describe a estos individuos como astutos, crueles y paranoicos.

A lo largo de la canción, se retrata cómo la vida de los «perros» es una carrera hacia el éxito a costa de su propia humanidad, ya que son obligados a traicionar a otros para sobrevivir. Viven en constante desconfianza y miedo, siempre atentos a las amenazas de aquellos a quienes han traicionado.

Finalmente, la canción retrata cómo, al final de sus vidas, estos «perros» se encuentran solos, alienados y consumidos por el remordimiento. Dogs es una meditación sombría sobre los peligros del capitalismo y el individualismo extremo, mostrando cómo una vida de éxito material puede llevar a la soledad y la desesperación.

«Pigs (Three Different Ones)»

En esta canción, los «cerdos» representan a las élites políticas, sociales y culturales que controlan y manipulan a las masas para su propio beneficio. Son los verdaderos poderes que gobiernan la sociedad. Waters se refiere a ellos con un tono burlón y satírico. Los «cerdos» son figuras de autoridad corruptas que utilizan su poder para subyugar a los demás, mientras se presentan como moralmente superiores.

Cada uno de los tres «cerdos» mencionados en la canción puede interpretarse como un ataque dirigido a figuras específicas o, en un sentido más amplio, a los líderes de diferentes esferas de la sociedad. Aunque no se menciona explícitamente en la letra, se cree que uno de los «cerdos» es Mary Whitehouse, una activista conservadora británica que abogaba por la censura y los valores tradicionales, y a quien Waters despreciaba por su hipocresía moral.

El tono de la canción es sardónico y burlón, con Waters describiendo a los «cerdos» como individuos engreídos y controladores que ven al resto de la sociedad como algo que puede ser manipulado.

David Gilmour durante la gira In The Flesh, 1977.

«Sheep»

Representa a las masas, las personas comunes que son manipuladas y oprimidas tanto por los «perros» como por los «cerdos». Las «ovejas» son presentadas como pasivas, siguiendo ciegamente a sus líderes sin cuestionar, hasta que finalmente se rebelan, aunque de manera violenta y desorganizada. La canción comienza describiendo a las «ovejas» como dóciles y obedientes, pastando tranquilamente mientras son llevadas al matadero. Sin embargo, a medida que avanza la canción, las ovejas comienzan a despertar y rebelarse contra sus opresores, asesinando a los «perros». Esta rebelión, sin embargo, no parece ser un acto de emancipación consciente, sino más bien una reacción instintiva y desesperada.

Uno de los momentos más destacados de la canción es la parodia del Salmo 23 («El Señor es mi pastor»), que en esta versión es una burla cruel de la religión como mecanismo de control, donde las ovejas son guiadas hacia la muerte en lugar de ser protegidas. La canción subraya el pesimismo de Waters sobre las posibilidades reales de emancipación bajo un sistema de opresión.

«Pigs on the Wing (Part 2)»

Al igual que «Pigs on the Wing (Part 1)», esta es una canción más personal e íntima. Funciona como epílogo, contrastando con la brutal crítica social de las tres canciones centrales. En esta parte, Waters regresa al tema del amor y la conexión humana, sugiriendo que, aunque el mundo esté lleno de «perros», «cerdos» y «ovejas», hay esperanza en la posibilidad de encontrar consuelo en las relaciones personales.

La letra breve y simple expresa gratitud por tener a alguien con quien compartir el caos y la desesperación del mundo. La frase «If you didn’t care what happened to me, and I didn’t care for you, we would zig-zag our way through the boredom and pain» expresa cómo la conexión humana puede hacer más soportable la alienación.

Este final suave y emotivo sirve como contrapunto a la dureza del álbum, sugiriendo que, a pesar del cinismo general de Animals, hay una pequeña posibilidad de redención y refugio en las relaciones humanas genuinas.

Pink Floyd durante la gira «In The Flesh» en Norteamérica, 1977.

 

In The Flesh, la gira

Con el álbum listo, el primer show de la gira In The Flesh arrancó el día del lanzamiento de Animals en la ciudad de Dortmund en Alemania. Esta gira fue una de las más significativas en la historia de la banda y marcó un punto de inflexión en la dinámica interna del grupo. Se desarrolló durante 1977 con fechas en Europa y Norteamérica; se caracterizó por una puesta en escena impresionante, una creciente tensión interna en la banda y un controvertido incidente que terminó por convertirse en la semilla de lo que sería The Wall.

La gira se llevó a cabo en dos etapas: una en Europa y otra en Norteamérica, entre enero y julio de 1977. El concepto del show estaba claramente dividido en dos partes:

  • Primera parte: tocaban casi todo el álbum Animals. Las canciones «Dogs», «Pigs (Three Different Ones)» y «Sheep» eran presentadas de manera secuencial.
  • Segunda parte: Tocaban el álbum Wish You Were Here completo, incluyendo temas como «Shine On You Crazy Diamond» y «Welcome to the Machine».

Cada concierto terminaba con un bis, usualmente la canción «Money» de The Dark Side of the Moon. Esto ya mostraba una fórmula que luego seguirían en su carrera: conciertos divididos en grandes actos conceptuales, con una estructura casi teatral.

Cartel publicitario de la gira «In the Flesh» en Norteamérica de Pink Floyd, 1977.

La gira se destacó por su extravagante producción escénica. El diseño de la gira fue concebido para reflejar la temática distópica de Animals, incluyendo gigantescos inflables de animales que flotaban sobre el escenario o sobre el público. El más famoso de ellos fue un cerdo gigante llamado «Algie», que se convirtió en un símbolo de la gira y del álbum mismo.

Además de los inflables, había un elaborado uso de luces, pirotecnia y un sistema de sonido cuadrafónico, innovador en la época, que rodeaba al público y creaba una experiencia envolvente. Los conciertos se realizaban en grandes estadios, lo que contribuía tanto al monumental aspecto visual como a la distancia emocional entre la banda y su audiencia, algo que tendría profundas consecuencias.

Uno de los eventos más famosos de la gira, ocurrió durante el último concierto en Montreal, Canadá, el 6 de julio de 1977. Frustrado por la actitud de algunos miembros del público que gritaban y hacían ruido durante las canciones más introspectivas, Waters tuvo un altercado con uno de los asistentes. En un momento de pura exasperación, escupió hacia un fan. Este acto se convirtió en un símbolo del creciente abismo entre la banda y su audiencia, y la sensación de alienación de Waters frente a la «adoración» que recibía de los fans en los grandes estadios.

The Wall Live in Berlin,1990.

 

Animals es un álbum profundamente político y conceptual que reflejó, en su momento, la creciente frustración de la clase obrera con las estructuras de poder y las desigualdades sociales. Aunque fue parcialmente menos accesible en términos comerciales que otros álbumes de la banda, su contenido temático, político y social resonó con el descontento de la época, particularmente en el contexto del auge del punk.

La gira, con su espectacularidad visual, exacerbó la alienación que Roger Waters experimentó, una sensación que marcó el rumbo del próximo gran proyecto de la banda, The Wall.

En su conjunto, Animals sigue siendo una obra fundamental tanto para entender la evolución de Pink Floyd como para captar la atmósfera sociopolítica de los años 70.

A través de sus metáforas animales y su crítica incisiva, el álbum ha dejado un legado en la cultura popular y en la música, convirtiéndose en un símbolo de resistencia y reflexión en tiempos de cambio.

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