Samantha Barrón, el insistente ritmo del corazón
La anatomía musical consiste en armar un retrato donde se revele la danza armónica del alma. Samantha Barrón junta y conjuga varios elementos y rasgos donde prevalece esta imagen.
Toma un nudo y un desenlace, viste de posibilidades la sugerencia de los sentidos con ingredientes testimoniales donde dibuja, subraya, borra, cincela, cubre, convive, y muestra la cronología de una mujer volcán que reta la trivialidad, lo obvio, lo tópico y lo lineal con ojos de incendio.
Su propuesta estética, erótica, lírica, sonora, escénica, es ese reflejo de la calidad y la claridad. Hemos buceado por su música para encontrar silencios mezclados con revolución, corazones que se fraccionan en el semáforo de la vida; sensibilidades que se abren con el abanico abierto de un espíritu indoblegable, indómito y salvaje.
La confección sólida del R&B latino es una magia negra donde se mete al oído sin anunciar; es un latido florecido coleccionista de corazones magnéticos.
La zacatecana exhibe una impronta infalsificable: dueña de su mundo, autora de su universo. Amante idealista, trazadora de la sensibilidad y campanera de los sueños.
El álbum de estudio crismado como Metadona rehumedece e hidrata legalmente la cartografía emocional, la masa, la piel, los cuestionamientos, los organismos colectivos quienes conforman al ser humano.
El elepé lanzado en 2020 está esbozado por siete temas; teniendo como característica y sello trenzado la estación fundida del pasado. Es decir, la autora se amartilla en el vagón dinámico de la nostalgia cincelando canciones con rostros críticos, hipotéticos, generosos, egoístas. Una recolección de realidades ausentes.
“Como la música, la poesía es el retrato de un sentimiento, algo que no puedes resumir únicamente con una palabra sino con antologías completas, repletas de respuestas».
Escritora Afroamericana
En agosto de este 2022, publicó el sencillo “Bésame Lento” bajo el revolucionario sello discográfico independiente Rich Vagos Ent.
La letra de esta canción evoca, provoca. Es el cuerpo gráfico de la sensualidad; una galería lúdica donde el amor no se explica sin manos, sin respiraciones que te sujetan a la boca húmeda incendiaria.
Samantha Barrón: el aroma que cambia de piel para hacerse fuego.
¿A cuántos grados estás tú?
¡Sin freno ni licencia!
Chihuahua, México