En 1973 Pink Floyd llegó a la cima gracias al éxito que obtuvo con su disco Dark side of the moon, pero dicho éxito logrado y la fama, sumió al grupo en el desconcierto, aunado a una profunda desilusión provocada por cómo funcionaba la industria de la música en esos años. Ese ambiente era el caldo de cultivo perfecto para un nuevo disco: wish you were here, grabado en Abbey Road los primeros meses de 1975 y que contenía cinco canciones. Lo que nos dejaba sentir ese nuevo disco era la sensación de abandono que provocó en los miembros del grupo la salida de su primer lider Syd Barret.

 

Una de las canciones que destaca del álbum es «Shine on you crazy diamond», que inicialmente iba a ocupar una cara del disco, pero debido a su duración de poco más de 25 minutos, tuvo que ser dividida en dos partes, dando entrada y fin el disco.

La canción es un homenaje a Syd Barret, quien tuvo que abandonar la banda debido a los problemas psicológicos que le ocasionó el abuso de algunas drogas, y refleja el deseo de que volviera a ser ese diamante brillante que se desvaneció, porque Syd fue un genio que quiso vivir muy rápido y no pudo parar.

Recuerda cuando eras joven, brillabas como el sol… sigue brillando, loco diamanteAhora hay una mirada en tus ojos, como hoyos negros en el cielosigue brillando, loco diamante

La primera curiosidad referente a esta canción, es que las iniciales en el título de la canción son un acrónimo para el nombre de SYD.

Y es que Syd Barrett no podia dar más de sí mismo. Gilmour decia: No es que fuera imposible tocar con Syd, sino que era totalmente imposible. Fue una decisión puramente práctica. No había otra opción. Si se hubiera quedado, Pink Floyd hubiera sufrido una muerte vergonzosa”. Un buen día, antes de un concierto en Southampton, sus compañeros decidieron no recoger a Syd. El baterista Nick Mason recuerda este hecho con dureza en su autobiografía “Dentro de Pink Floyd”:

En el coche, de camino para ir a buscar a Syd, alguien dijo, ‘¿Recogemos a Syd?’ y la respuesta fue ‘¡No, joder!, no vale la pena’. Relatarlo de una manera tan directa suena como si no tuviéramos corazón y fuéramos realmente crueles: es cierto. La decisión fue completamente cruel, igual que nosotros. Actuamos con estrechez de miras, aunque pensé que Syd se comportaba simplemente con mala intención y yo me sentía tan exasperado con él, que solo podía ver el impacto que estaba teniendo a corto plazo en nuestro deseo de ser una banda de éxito. 

El bajista Roger Waters fue más directo al hablar del papel de Syd Barrett en Pink Floyd: “No podría haber sucedido sin él, pero por otra parte, no podríamos haber seguido adelante con él”. Gilmour considera que esta decisión de sacarlo del grupo quizá no le importó mucho al propio Syd al afirmar: “Ni siquiera creo que Syd supiera lo que había ocurrido. Estaba realmente ido en aquella época”,

Sin embargo, los miembros de Pink Floyd siempre recordarán el 5 de junio 1975 no solo porque fue el día en que Dave Gilmour contrajo matrimonio, sino también por una inesperada visita que apareció en el estudio. En ese momento, el grupo se encontraba trabajando en la mezcla de «Shine on you crazy diamond», la canción principal para el LP Wish you were here, un álbum que habla sobre la locura y los negocios.

Esta canción, que se compone de nueve partes, surgió de un “riff” que a Gilmour se le ocurrió «por accidente” y estaba inspirada en Syd Barrett, quien ya no formaba parte del grupo, pero «Wish you were here» y «Shine on you crazy diamond» demostraban que seguía presente entre los músicos, aunque no fuera físicamente.

Roger Waters trató de explicar de dónde surgió esa inspiración: “No sé por qué empecé a escribir esa letra acerca de Syd. Creo que fue porque el ‘riff’ de Dave tenía un sonido extremadamente lúgubre, eso fue mucho tiempo antes de las sesiones de grabación de “Wish you were here”, cuando el estado de Syd podía ser comparado metafóricamente con el estado general del grupo, es decir, muy fragmentado.

Mientras la idea de Barrett revoloteaba en el ambiente durante la grabación, como si Pink Floyd le estuviera invocando, un desconocido vestido de blanco, gordo, con la cabeza y las cejas afeitadas y con una bolsa en la mano se presentó en Abbey Road. Todo el mundo quedó desconcertado ante su presencia. Ese “tipo grandioso, gordo, calvo y lunático”, como lo definió Roger Waters, era Syd. Al menos, lo que quedaba de él. El primero en ser consciente de la identidad del extraño personaje fue Gilmour: “Ese tipo se paseaba por allí, mirando el equipo, y al principio no me fijé bien en él porque pensaba que era alguno de los cerebritos de personal de EMI. Después entró en la sala de control. Estuvo allí durante mucho tiempo y todos susurrábamos: ¿Quién carajo es este tipo? Yo fui el primero en reconocerlo”. Al principio, Richard Wright no tuvo tan claro quién era el sujeto: “Apareció en el estudio y nadie sabía quién era esa persona. Recuerdo que cuando yo entré, Roger ya estaba allí, trabajando. Me senté a su lado. Diez minutos después, Roger me dijo: ‘¿Sabes quién es ese tipo?’. Respondí: ‘No tengo la menor idea. Suponía que era un amigo tuyo’. Él dijo: ‘Piensa, piensa’. Y yo seguí mirándolo, ¡hasta que de pronto me di cuenta de que era Syd!”. Roger Waters lloró al ver el estado de su amigo y Nick Mason se sintió “horrorizado por el cambio físico”, como relata en su autobiografía: “Ahora no parecía un hombre que tuviera ningún amigo en absoluto. Su conversación era intermitente y no se entendía del todo, aunque, para ser justos, no creo que ninguno de nosotros fuera especialmente elocuente. No tengo ni idea de por qué estaba allí. Nadie lo había invitado, y yo no lo había visto desde que dejó el grupo en 1968”.

Barrett puso al día sobre su vida a sus compañeros:

Bueno, tengo una tele en color… y una nevera. Tengo algunas chuletas de cerdo en la nevera, pero las chuletas se esfuman, así que tengo que seguir comprando más.

También escuchó la reproducción de “Shine on you crazy diamond” sin ser consciente de que él era ese diamante loco y la calificó como “un poco rara”. Después no entendió que los músicos la volvieran a escuchar: “¿Para qué? Ya la escucharon una vez”.

El antiguo miembro de Pink Floyd se mostró todo lo coherente que se podía esperar de él y estuvo perdido y ensimismado durante su visita. Tal vez ni él mismo sabía qué hacía allí. A pesar de ello, preguntó cuándo podía grabar su parte con la guitarra. Sus compañeros le respondieron que ya la había grabado. Syd Barrett se perdió entre la multitud en el bar de EMI durante la fiesta de boda de los Gilmour. Los asistentes lo confundieron con un Hare Krishna. Después se marchó sin despedirse. Los cuatro músicos no le volvieron a ver y finalmente el loco diamante dejo de brillar en el 2006.

Sobre el autor /

Geek, Melómano, fanático de Star Wars, Gustavo Cerati, The Beatles y acumulador de Cómics, Videojuegos y Figuras de Colección.

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