¿Te ha pasado que sientes que los covers poseen un bajo contenido de creatividad?

El cover se podría definir como una pieza tributo a otra que es originaria de alguien más y, efectivamente, en su  mayoría los covers son reproducciones tan cercanas a las originales como sea posible, sin embargo los más admirados son los que se apropian de la canción original, como pasó en su momento con Girls Just Wanna Have Fun.

Tanto así que hay bandas como Nouvelle Vague que se dedican a hacer covers en su particular estilo, hay discos de covers que se hacen con un tema central (Red Hot + Río) o hay algunos otros con el propósito expreso de hacer un tributo a alguien que influyó en el alimento creativo de otros músicos; de estos últimos uno que ha destacado en el soundtrack de mi vida es el I’m your fan, que reunió 17 canciones (Tower of Song se grabó en dos versiones) del cantautor canadiense Leonard Cohen.

Este disco destacó en su momento por joyas como la caótica «I can’t forget» a cargo de los Pixies, la enérgica «First we take Manhattan» de R.E.M. o versiones que llegan hasta a transmitir sensaciones por medio de la piel como «Suzanne» de Geoffrey Oreyma o la «Hallelujah» de John Cale, y para no quedarme en la simple enumeración de las canciones contenidas en este disco, se las dejo aquí, porque hasta donde sé, no se pueden escuchar en Spotify.

Tomar un momento random para recordar este concepto de disco y las maravillosas canciones creadas por Cohen, con el sello de quienes formaron el gusto musical de muchos Xennials, como yo, es un pequeño tributo a la compañía y apoyo emocional que nos ha brindado en diversos momentos de la existencia.

Y si llegaste hasta acá te dejo otra galletita, la versión más famosa de la canción con la que cierra este maravilloso disco, interpretada por Jeff Buckley. ¡Espero que lo disfrutes!

 

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