La música nos mueve, nos hace pasar a través del ojo de un huracán de emociones en cuestión de segundos. Esta sensación se intensifica cuando escuchamos nuestra música favorita en vivo.
Por Yuli Ortiz
El día martes 12 de agosto, en New Castle, Reino Unido, se llevó acabo el primer concierto al aire libre… ¡Con distanciamiento social! Algo muy difícil de imaginar en un evento como este ¿verdad?
El concierto tuvo 2,500 espectadores que fueron separados en cuadrantes con pequeñas vallas protectoras y entre ellas 1.8 metros de distancia; una realidad que, en el pasado, hubiese sido algo difícil de creer, incluso hasta distópico.
Y no es el primer evento de este tipo, también se nos presentan otros casos como el concierto que dieron Los Claxsons el 7 de agosto con la peculiaridad de haber sido el primer autoconcierto en México y donde a pesar de la distancia y “seguridad” que da estar en el propio auto, las medidas de sanidad no se dejaron pasar por alto, ya que al ingresar, tomaron la temperatura de los asistentes e hicieron entregas de kits sanitizantes (cubrebocas y gel antibacterial) y posteriormente ingresaban a su área de estacionamiento.
Ya que el cubrebocas, el gel antibacterial y el distanciamiento social ahora forman parte de nuestra vida diaria, era inevitable la cancelación de conciertos y presentaciones; por eso se inició la oferta de conciertos en línea. Muchos se opusieron a esta idea, pero muchos otros, sin dudarlo, pagaron un boleto para después ingresar en una fecha y hora determinada a cierta página para ver la transmisión en vivo del concierto. Una alternativa bastante aceptable para la situación actual y que, a pesar de los contras (fallas en la conexión, problemas de acceso, grabaciones sin autorización del concierto, etcétera.), no deja de ser viable.
Aunque, si bien la alternativa es buena y cumple con los parámetros de salubridad establecidos, para la mayoría de los fanáticos la experiencia de un concierto en vivo como los conocemos no puede compararse con esta nueva propuesta y tampoco con los conciertos en línea porque no es el mismo feeling… Se apagan las luces, la gente a tu alrededor grita y aplaude, tu corazón late fuerte y rápido, sientes como una gota de sudor comienza a recorrer tu sien para después perderse en tu cuello, al comenzar la música un escalofrío te recorre desde la nuca hasta el final de tu espalda, tu cerebro instantáneamente reconoce la canción, tus pies comienzan a moverse al sentir ese ritmo único al igual que tus labios comienzan a moverse para poder cantar y… ahí está, tu artista favorito frente a tus ojos.
El futuro que le espera al mundo del espectáculo parece incierto, sin embargo, iniciativas como esta pintan una línea de partida para el reinicio de la vida social a nivel internacional y que más artistas se sumen a dar conciertos como estos porque, al final del día, el show debe continuar.
La nueva normalidad trae consigo cambios forzosos, algunos de ellos se veían venir incluso antes de la pandemia, pero inevitablemente debemos adaptarnos al cambio porque el mundo sigue su curso. Todo evoluciona y los conciertos no son la excepción; de hecho, son los pioneros en estas alternativas post pandemia en cuanto a eventos masivos se refiere y también simbolizan una esperanza de pronto volver a salir al mundo real.