Austin TV en vivo: ¿recital o catarsis colectiva?

Existirán en la memoria de la permanencia momentos ambiguos en la complejidad humana: un despertar abrupto a la vida, una partida física matriculada al caos, una realidad impregnada y predeterminada a la monotonía. Pero llegará un episodio inconfesable que aparecerá inesperadamente a sonido libertario mediante un grito masivo, intimista, partidario, y, con la boca en huelga, edificará sospechas múltiples en pos de una aparente catarsis.

Formada al inicio del siglo XXI en Ciudad de México, Austin TV ha ofertado su música por una propuesta de rock progresivo e instrumental; a la par que van también envueltos en un carácter imperante, y como eje, los temas o las piezas con una determinación profunda, reflexiva y contemplativa; obteniendo efecto y clase de proceso o fase de transliteración al escuchar, al sentir, y hasta llegar a una abierta deliberación inadvertida de sensaciones.

Sería el instante justo para conocerles en el escenario. La cita fue el pasado sábado 8 de noviembre en el venue marcado como Centro Cultural Armónico en Chihuahua, México.

De poco fue llegando el público: unos en solitario, otros en pareja, aquellos en colectivo; dos más transformadas con el secreto de unas máscaras verdes; una vestida en hongo; pocos en silencio; y la noche aparentaba ser el fondo de la tierra donde sucedería un todo, menos, la inmovilidad eléctrica del corazón.

¿Qué esperas esta noche? —preguntamos al azar a una persona que, de edad, era más joven que la propia formación de la banda—.

-Espero lo que se siente cuando uno usa los audífonos para escucharlos, espero que me puedan transportar y comunicar desde un principio. Que me puedan transmitir el mensaje que ellos quieren.

 Austin TV es imagen sonora. ¿Qué anhelas de ellos individualmente?

-Lo que me gusta de ellos es el mensaje ‘no importa tu cara, importas tú’; entonces pienso que más que verse como individuos, se ven como parte de un todo. Así que no creo que puedan separar al individuo de la banda. Simplemente son Austin TV. 

 Por lo que percibo, Austin TV es parte integral, no sólo de tu playlist, sino también de tu vida.

 -Existen canciones que me han marcado. La primera fue: “El Hombre Pánico”, me dejó asombrado la capacidad que tienen para sentir emociones sin necesidad de cantar. Se siente como algo muy primitivo. “Satélite” es otra, no soy un ser muy emocional, pero cuando la escucho me dan ganas de llorar. “De la Orquídea y la Avispa” porque te hace sentir parte de un todo, te hace sentir algo mayor, y te transporta a la vida misma..

¡Se abrió el telón! Encendido el panal de las luces, el grupo en color homogéneo, los asistentes bebiendo adrenalina, y el recinto nodriza abduciendo el campo. Todos se inventaron en una ficción moderna, surrealista; hospedando en casa la timidez para brincar unísonamente a lenguaje de carcajada, promovidas desde esas anchas y delgadas cuerdas; al ritmo hidratante del sintetizador, y al llamado elemental de la batería. De fondo, fragmentos mexicanos de guiones cinematográficos.

—Esta pintura me haría recordar los versos de la escritora Margaret Randall en el poemario El Rizoma: “Mar perfecto como vidrio o salvaje rabia esconden los lugares ocultos”

Vimos una conexión veloz y urgente en todos. La agrupación entregó los temas, un manifiesto de respeto y su disposición para compartir conciencia y reflexión sobre la salud mental. Acto aplaudido por la fanaticada.

Una a una, las canciones fueron presentadas, una a una, fueron sanando almas quebradas. Acontecieron lágrimas, gritos, abrazos, amistades entre seres humanos que sonreían ante una visible sanación.

Fotografías: Verónica Domínguez

El momento me llevaría a replantear sobre lo vivido en esta presentación, ¿recital, edificación espiritual o catarsis colectiva?

Sobre el autor /

Escritor y columnista mexicano

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