Este mes, nuestra portada es para un artista argentino que gracias a su talento, determinación y disciplina, ha logrado que su carrera avance a pasos agigantados y hoy, su proyecto musical se encuentre entre los más relevantes de la escena local de Buenos Aires.

Todo comenzó el 8 de abril de 2015, cuando Lucas Langlois, originario Bernal, localidad de Buenos Aires, Argentina, tocó por primera vez en el tren subterráneo de su ciudad, para pagar el profesorado «Joaquín V. Gonzalez» y para quitarse las ganas de tocar que le habían quedado luego de desintegrarse la banda de la que formaba parte. Así nació Langluá.

«Iba una hora, dos o tres veces por semanas solo con la guitarra, nada de ampli, pie, micrófono o cables. Luego, en 2016, empecé a tocar dos horas tres veces por semana con un wenstone de 30, mic, guitarra, etc. En agosto de ese año toqué por primera vez en un bar llamado Haus como solista. Vino gente del subte a verme».

Su indiscutible talento y potente voz llamaron la atención de propios y extraños, y pronto, del subte comenzó a tocar distintos bares de provincia y capital.

En agosto de 2017 comenzó a grabar su primer álbum en formato casero, apoyado por alguien que lo vio tocar en uno de esos bares.

Para septiembre, una estudiante de periodismo le hizo su primera nota como artista callejero y en noviembre, un grupo de estudiantes de periodismo y audiovisuales, le hicieron una entrevista acompañado de un breve show acústico en la Unqui (Universidad Nacional de Quilmes).

En diciembre publicó el álbum que estaba grabando e intensificó sus presentaciones en el subte. Esto generó que más gente comenzara a hacer blogs y subir contenido a redes sobre él.

En mayo de 2018, un baterista en el subte y le propuso formar la banda. Ya con full band se intensificaron los contratos para tocar en eventos privados.

«Un show tras otro. A mediados de año (2018) comencé a tocar 4 horas y me di cuenta que podía vivir literalmente del estuche.»

En 2019 grabó su EP, un domingo en tan solo 10 horas, y a partir de marzo iniciaron la promoción en radio y venues de provincia y la capital. El proyecto musical de Langluá se había consolidado definitivamente.

«A través de una arquitecta copada del subte (Bepsy), nos llevó a un productor (El Mazi), a una empresa gigante, donde las piernas te temblaban. Ricardo Tapia me habló por teléfono, tocamos en Berlina, en Moby Dick, notas en Filo News y A24; más shows privados. Lucas Simsic, ex guitarrista de Horcas, tocó conmigo en el subte, Telefé me hizo un documental. Canté en la radio del ISER, tocamos en el Emergente. Fer Vecchio se encerró conmigo a matear solo porque se dio.»

Así comenzaron los contratos, los cuidados, los retos. En 2020, ya con una banda conformada por músicos invitados, grabaron con el sello de Almagro Seattle y Mixar, de la mano de Ale Kurtz y Pablo Spivak de El Bordo.

«Sigo en el subte, el estuche sigue abierto. Para ese entonces ya hablaban por nosotros y comenzamos a contar con sonidista, iluminador, manager, agencia y ensayos la mayor parte del tiempo. Se conformó un staff de 11 profesionales, ¿Quién quiere despertar cuando pasa eso? Uno sólo quiere más.»

Justo en la mejor etapa del proyecto, vino la pandemia. Pero luego de la pausa obligada, redoblaron los esfuerzos, hicieron shows online para fanáticos rusos, brasileños, dominicanos y libaneses. Esto derivó en un streaming con toda los condimentos de un show de alto nivel, con 11 músicos invitados, tantos que tuvieron que ensayar en tres salas distintas al unísono, por los protocolos sanitarios, pero siempre a la altura de todos los esfuerzos y calidad que han caracterizado a la familia Langluá.

«Terminar el 2020 con todo un equipo de trabajo con el que nos reencontramos después de meses sin vernos, en donde se repartió amor y buena onda, fue tocar el cielo con las manos. Luego del show por streaming me enteré del número final de entradas vendidas y habían superado las expectativas.»

Así, Langluá inaugura el 2021 con la mudanza física de la productora Mixar, a un edificio en el que se contaba con todo lo necesario y más para el desarrollo artístico de cualquier artista.

Además, se consolida la alineación con la incorporación oficial de Johanna Canfailla en la guitarra y Marcos Amarilla en el bajo, cajón peruano y teclado, que junto con Lucas Langlois y bajo la guía de Maxi Crespo como su manager, se perfilan para llevar a Langluá, al éxito internacional.

«Gracias a Mixar conocí las 2 empresas (GS y GC) que están detrás de todos los grandes recitales y festivales de Latinoamérica. También Mixar me regaló la posibilidad de cruzarme con gente grosa que jamás pensé que iba a conocer».

Lamentablemente, por razones ajenas a la productora, Mixar fue despojado del edificio en donde se encontraba funcionando. Sin embargo, se dejó claro que Mixar no necesita un lugar físico para continuar produciendo y trabajando, ya que es un grupo de personas que se apasionan por lo que hacen. Tanto así que más miembros oficiales se unieron al proyecto que, a pesar de las dificultades, no ha dejado de crecer.

Fue entonces cuando se sumaron dos bandas amigas y una rapera: Bestiario, Shadow People y Kinda Vicious.

 

En agosto de este año Langluá publicó el tema «Dead» en una versión live session con Mixar Estudios y han vuelto a los escenarios presentándose de forma consistente en bares y fiestas en Buenos Aires y sus alrededores.

Ya tienen fechas cerradas para lo que resta del año. Próximamente, se presentan el 25 de noviembre en Gregón, el 4 de diciembre en un evento privado y el 17 en Salón Pueyrredón.

Sigue este proyecto musical en sus redes sociales para que no te pierdas de ningún estreno ni presentación y escucha sus temas en todas las plataformas de streaming.

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