Mucho antes de hacerme llamar In Vitro la música ya formaba parte esencial en mi vida, desde los primeros meses de la existencia fui rodeado por ella y traspasado por sus frecuencias. Desde muy chico y gracias a unos padres muy eclécticos en gustos, estuve expuesto a gran cantidad de música que difícilmente circulaba en el país y menos en la radio comercial. A pocas cuadras de donde vivía había varias tiendas de discos, algunas legendarias, Discos Briyus, Discos Zorba, Hot Disco, AB Discos, Discolandia... En la primera década escuché alguna poca música dirigida a niños, claro, Cri-Cri oTopo Gigio, pero solía preferir a The Cars, Roxette, The Police, Caló, MC Hammer o Ray Parker Jr.
Voy a citar nueve discos que me influyeron en toda la amplitud del concepto que representa un álbum completo.
Rondó Veneziano – Venezia 2000 (1983)
Con su llamativa portada de ciencia ficción y sus melodías barrocas rondó, tan pegajosas, reiterativas y contrastantes, este disco instrumental easy listening me despertaba la imaginación a muy temprana edad. Hoy en día suena pasado de moda, sin embargo me introdujo a una música cuya marca distintiva era formarse a partir de elementos marcadamente clásicos y contemporáneos a la vez.
Danny Elfman – Batman (1989)
El primer CD que me compré no tenía donde reproducirlo, pero eso no me detuvo a adquirirlo. Las primeras veces que lo puse fue en las casas de algunos adultos que sí tenían un reproductor. Con estas composiciones Elfman marcó un hito que reinaría en la música hecha expresamente para películas. Hasta hace poco era difícil encontrar una banda sonora del cine comercial sin cierta reminiscencia al tema de Batman. Un clásico de la cultura pop.
Tomita – Greatest hits (1979)
De Tomita podría mencionar varios álbumes completos que me influyeron tales como Kosmos, The Bermuda Triangle y Bolero, sin embargo este greatest hits que solía escuchar en una versión en cassette del 87 da un buen repaso a las famosas reversiones surgidas del ingenio y los instrumentos fantásticos de Tomita, revisitando obras de Debussy, Holst, Williams o Strauss. Aquí me quedó claro que todo es un remix y que la música también evoluciona de apropiación y reapropiación. Tomita no es el padre de la música electrónica como muchos mencionan sin embargo contribuyó notoriamente al desarrollo de esta y de su expansión entre el gran público.
Black Machine – The album (1992)
Solo mucho tiempo después comprendí que la música de Black Machine no era hecha por los bailarines de su único video. Poner los rostros de otros tipos en las fotos de prensa, portadas y hacerlos bailar en las presentaciones era parte del plan de Marius Percali, Dj Ottomix y Pippo Landro, todos capos de la música italo disco. Con este proyecto lograron lo que pretendían, poner en la radio mundial algunos temas muy conocidos como «How gee» y «Jazz machine», que mezclan un poco de acid jazz con bases eurohouse o hip hop a lo Run-DMC y sacan gran provecho de samples funk y soul de James Brown y su círculo, es decir Maceo Parker y Bobby Bird.
Andrew Lloyd Webber – Variations (1978)
A partir del tema «Caprice in A minor, No. 24″ de Paganini, Andrew Lloyd Webber compuso una suite de variaciones para cello y banda de rock para su hermano Julian, quien junto a un abanico de talentosos músicos habrían de darle vida a uno de los discos más singulares de finales de los setentas y único en la carrera del monstruo del entretenimiento. Un rock sinfónico con muchos guiños al jazz, al progresivo, al funk e incluso al bluegrass.
Kraftwerk – Computer world (1981)
La versión en inglés en vinil del disco Computerwelt del famoso grupo alemán Kraftwerk se encontraba en el estante de discos de mi casa desde que tengo recuerdos; desde muy pequeño me llamaba la atención la portada que presenta los rostros digitalizados de los cuatro miembros de la banda en la pantalla de un computador sobre un fondo amarillo limón, sin saber quién rayos eran ni lo que representaban para la música a nivel mundial. Una vez que el disco corría, mi momento favorito solía ser «Numbers« y ese juego de la música con los números al sonar del vocoder. Es un disco que he revisitado en varios periodos de mi vida, siempre encontrando gran placer en escucharlo de principio a fin.
Supertramp – Crime of the century (1974)
Un álbum que pasa por todo tipo de rincones partiendo del rock progresivo y la canción pop. Art rock, blues, ópera rock. El fuerte contraste de las voces, los sonidos experimentales y la teatralidad de los temas llamaron mi atención. Aunque el sencillo «Dreamer» era mi favorita, disfrutaba del increíble intro, el desenlace jazz y la agresiva contundencia de «Bloody well right» o la progresión extasiante de «Crime of the century». Un grupo que estaba en su mejor forma, demostrando todo su poderío creativo.
Michael Jackson – Bad (1987)
Sinceramente no me dan ganas de hablar de Michael Jackson por más que su música me haya influido desde temprana edad, su figura me pareció cada vez más bizarra hasta que murió y las acusaciones en su contra lo llevan al terreno de lo repulsivo. Hablando de la música del disco, me quedo con su descarga de energía groovy paranoide, su experimentación tecnológica con el primer sampler digital el Fairlight CMI y la gran cantidad de instrumentos y personal creativo y técnico involucrados, dirigidos por última vez para Jackson por Quincy Jones, un músico, compositor, productor y arreglista ineludible en la música contemporánea.
The Real Milli Vanilli – The moment of truth (1991)
Ajeno a todo el escándalo por la suplantación de identidad, playback y lip sync que avasalló al proyecto original de Milli Vanilli, yo compré este cassette por el sencillo «Keep on running», que a la fecha me parece una composición fresca y original. En pocos segundos samplea a Kraftwerk y James Brown junto a un bajo con bending que le hace fluir como el agua, por otro lado los metales que aparecen son cien por ciento reales. En general el álbum no es consistente y le han pasado los años encima pero tiene buenos momentos en temas como «Crazy canes» o «Too late (true love)». Con un fuerte equipo de vocalistas-rappers, coristas, músicos y la programación e ingeniería de Tobias Freund, me hizo aceptar y abrazar toda una parte RnB y hip hop para años posteriores.