¿Qué significará ir al hogar? Hogar puede significar UNIVERSO desde la visión macro, la más grande y absoluta, con sus soles, sus planetas, constelaciones y lunas. Con sus hoyos negros y sus movimientos. En una versión más cercana, puede significar la madre tierra, con cada uno de los seres que la habitan, sus animales, vegetales, minerales y humanos. Y también puede significar el cuerpo, con su corazón, sus órganos, sus venas y arterias, sus cinco sentidos. El hogar puede ser la célula con su membrana y su material genético, en el lenguaje más intimo, diminuto y particular.

Dicen las abuelas y los abuelos que el corazón es el hogar y que ahí se encuentra la ofrenda más grande y la conexión de todos los cuerpos. En la antigüedad, muchas culturas ofrendaban el corazón de los humanos como símbolo sagrado y supremo. En el corazón se encuentra el misterio y también la fórmula para conectar con lo incondicional y puro del amor. Ahí se encuentran las respuestas.

 

¿Quién dijo que todo está perdido?
Yo vengo a ofrecer mi corazón
Tanta sangre que se llevó el rí­o,
Yo vengo a ofrecer mi corazón

No será tan fácil, ya sé qué pasa,
No será tan simple como pensaba,
Como abrir el pecho y sacar el alma,
Una cuchillada del amor

Rodolfo Páez

 

El hogar también es nuestra casa, esas paredes que nos contienen y nos dan seguridad y sostenimiento; regresar a la casa, a la matriz, a la incubadora, es un arquetipo muy femenino, que nos arraiga a la creación, a la raíz, al comienzo. En estos tiempos nos llevan de la mano al interior de la matriz, del hogar, de la intimidad.

Es tiempo de regresar al origen, se acabo la teoría, es momento de llevar todo lo que ha despertado en nuestro interior a la práctica. No basta con hablar de amor, no basta con leer de amor, necesitamos regresar a experimentarlo, para que corra por nuestras venas, para que sea el alimento de nuestro órgano ofrenda, para que emane de nuestro interior y sea nuestra colaboración con esa red cósmica en la que todos estamos articulados.

 

 

¿Has sentido tus células? ¿Has escuchado tus pensamientos? ¿Has atendido lo que siente cada parte de tu cuerpo? Dentro tuyo todo es movimiento y cambio continuo, todo el tiempo algo esta transformándose y también algo está renaciendo; así como lo hace tu respiración, así como van pasando y cambiando tus pensamientos, así como se mueve tu digestión.

Estamos en profundo cambio, aún resistiéndonos a él; es algo natural y mecánico. Estamos hechos de elementos, los cinco elementales nos contienen y ellos colaboran entre sí para realizar el movimiento. Tu hogar está habitado por estos cinco abuelos: la tierra: tus raíces, tus sombras, tu cuerpo; el agua: tu sangre, tus fluidos, tus ríos interiores, tu conexión con la luna; el fuego: tu templo de luz, tu digestión, tu energía vital, el sol que dirige tu voluntad; el aire: tu prana, tu alimento convertido en aire puro, tus pensamientos, tu mente, la comunicación que sostienes desde la densidad del lodo hacia lo sutil del universo; el éter: tu espíritu, tu conexión con la sutileza, con la no forma, con la desidentificación de la energía dual, tu conexión con el todo. Esos elementos viven dentro de ti y esperan que los escuches, que los nutras y alimentes. Sintiendo desde el hogar más intimo que todo está vivo, podrás también sentir la vida que palpita en toda la tierra.

 

Es tiempo de florecimiento, de observar con mucha atención hacia dónde estoy dirigiendo mi energía vital. Dicen por ahí que a cada acción corresponde una reacción, la ley del karma, cada acto tiene una consecuencia. Todo lo que hago en el presente retumbará para atrás y para adelante.

En este tiempo de ir al hogar, no olvidemos pasar por nuestro jardín interior y desde ese lugar observar si falta abono, si necesitamos quitar la hierba mala, si el pozo está sucio y necesita ser limpiado, si la tierra tiene que ser removida. Sólo ahí, habitando ese lugar sagrado, es que puedo dejar que el sol nutra mis semillas.

Las semillas sólo germinan en un lugar oscuro y húmedo, así que por más profundo y oscuro que sea el lugar donde te encuentras, recuerda que sólo estás floreciendo, necesitas esas lágrimas para germinar tus flores con amor.

Lucrecia Astronauta

 

 

“Dentro de cada uno de nosotros hay un jardín, y cada practicante debe volver a él y cuidarlo. Quizá en el pasado no te hayas ocupado de él. Por eso debes prestar más atención y saber exactamente qué es lo que ocurre en tu propio jardín, sembrar las mejores semillas, e intentar ponerlo en orden. Recupera su belleza y armonía. Si está bien cuidado, mucha gente disfrutará de él”.

~Thich Nhat Nahn

 

Que esta luna llena en libra puedas mirar desde los extremos que existe un punto medio,  que desde ese lugar encuentres tu ecuanimidad y equilibrio y con voluntad te sostengas en infinita gratitud.

Ilustrador Otto Kim

Con todo mi amor,

Lucrecia Astronauta -Mujer Semilla-

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1 comentario

  • Beatriz
    5 años ago Reply

    Hermosa manera de guiarnos a nuestro jardín interior! Un abrazo con amor.

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